jueves, 22 de septiembre de 2011

CAPITULO 71

Ángel se queda quieto en la puerta. Llora. Seguía enamorado de Alberto, pero no podía hacer lo que le pedía. No. Era su amigo. No podía romper esa amistad tan enorme por una visceralidad tan baja como el sexo. Además, no le volvería a ver como siempre. No podría mirarle a los ojos. Ni a él, ni a Gloria, ni a nadie. Entonces levanta el rostro de repente, se limpia las lágrimas y se queda de frente a la puerta. Lleva su mano mecánicamente al pomo, pero no llega a tocarlo por milímetros. Se queda paralizado, pensando.



- Lo siento…,- murmura antes de alejarse corriendo por el pasillo. Cabizbajo, arreglándose la camisa, se encuentra con Dani al final del pasillo. Se queda parado durante unos segundos, pero luego retoma el paso, decidido, y se acerca a él -. Dani…,- murmura. Dani se da la vuelta. Aún quedaban rastros de enojo en su ser. -. Dani, tío… Perdona por lo de antes… Tantos años juntos y creo recordar que esta ha sido la primera vez que hemos discutido de forma tan fuerte.



Ángel era incapaz de mirarle a los ojos. Nunca antes había discutido con su amigo de aquella manera. Se sentía pequeño ante él. Sentía que todo lo que hiciera a partir de entonces para recuperar su amistad no sería suficiente. El silencio que se había formado entre ellos, al terminar de hablar, tensó el ambiente más de lo normal. Ángel estuvo a punto de darse la vuelta y salir del edificio, salir de la cuidad, del país, por haber gritado de aquella manera a Dani, por haberle vertido aquellos improperios del que se había creído incapaz de decirle a nadie.



- Ángel,- el seco tono de voz de Dani le hizo mirarle al rostro -. Perdóname tú a mí,- le abraza -. Sé que has tomado una decisión que habrás sopesado durante días… semanas… ¡o meses incluso!,- le mira a los ojos con su mirada vidriosa -. Te conozco bien, Ángel, y sé que eres muy cabezota, y que cuando se te mete algo entre ceja y ceja no hay fuerza humana ni divina que pueda quitártela de ahí. Por eso te apoyo en tu decisión, como lo he estado haciendo durante toda mi vida, aunque esta creo que es la primera vez que estoy en desacuerdo con ella, pero es tu vida, tu decisión, y quiero que sepas que estaré a tu lado siempre.



Ángel se queda mirándole durante unos instantes, hasta que le abraza fuertemente, dejando que sus sentimientos aparecieran y empapasen la chaqueta de su amigo, al igual que hace él con su camisa.



- ¿No hay manera de hacerte cambiar de idea?,- sonríe Dani, tratando, en vano, de esconder su tristeza. Ángel niega con la cabeza. Dani le toma el rostro entre sus manos -. Te vamos a echar de menos, tío,- y le vuelve a abrazar.



- Dani, que no me voy a la guerra,- bromea Ángel, intentado destensar el ambiente. Dani se separa de repente. Ángel le mira. Sus ojos estaban muy abiertos. Miraba al fondo del pasillo, detrás de Ángel.



- Se… será mejor que me vaya…,- Dani da un par de pasos hacia atrás para terminar por volverse y salir con paso acelerado. Ángel, sin comprender, se da la vuelta.

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