domingo, 23 de octubre de 2011

CAPITULO 82

- Ángel…

Ángel a duras penas logra abrir los ojos. La tenue luz del cuarto le cegaba. Una silueta resaltaba entre aquella deslumbradora luminosidad. Aquella voz…

- ¿Ángel? ¿Estás despierto?,- aquella voz denotaba un asombro incrédulo.

Aquella figura le toma del rostro con fuerza. Ángel sigue tratando de enfocar su vista, mientras continúa tomar conciencia de lo que está pasando.

- ¡Ángel! ¿Me oyes?

- Pues claro que te oigo. No hace falta que me grites al oído,- una pequeña risa seguida de un fuerte abrazo le hace despejarse -. ¿Qué ha pasado?

- No me digas que no lo recuerdas.

- Lo último que recuerdo es…,- el rostro de Ángel palidece. Se mira las muñecas, vendadas.

- ¿Por qué lo hiciste?,- aquella voz sonaba demasiado serena.

- Lo siento…,- masculla Ángel -. Siento haberte estropeado tu día, Alber. No sé por qué… Pero tú estabas allí, conmigo.

- No, yo estaba en el hotel.

- ¡Yo te vi! Pero luego… desapareciste… en un abrir y cerrar de ojos… literalmente,- durante el siguiente silencio, Ángel comprendió -. No, no estabas… Cierto… Fue mi mente, que me jugó una mala pasada… en mi último suspiro…

- Fátima fue a casa. Vio la luz encendida del baño. Llamó a la puerta pero no recibió respuesta. Entró y te vio… sumergido en un baño de tu propia sangre, saliendo de tus muñecas…

- Perdóname Alber. Perdonadme todos. Llevo un tiempo que no sé qué hago…

- Perdóname tú a mí.

- ¿Por qué?

- Por haberme conocido. Si yo no hubiera trabajado con vosotros, nada de esto habría pasado. Sí, Ángel, sé por qué lo has hecho. Por mí. Y no soporto verte sufrir de esta manera. Será mejor que me aleje de ti para siempre. Sé que será doloroso, para ti, pero es lo mejor. Si no estoy cerca de ti, me olvidarás y podrás seguir con tu vida.

- No, Alber. No te vayas. Te necesito cerca.

- Pero Ángel…

- No podré superar esto sin tu ayuda.

Sus ojos se encuentran. La vidriosidad de sus pupilas brilla tristemente. El silencio se apodera de aquel cuarto. Alberto se acerca poco a poco al rostro de su amigo, sus labios avanzan para encontrarse…

No hay comentarios:

Publicar un comentario