martes, 1 de noviembre de 2011

CAPITULO 84

Gloria no podía controlar el temblor que se había adueñado de su pierna. Estaba sentada, pero aquello no la quitaba su nerviosismo. Llevaba tanto tiempo jugueteando con aquel pañuelo de papel entre sus dedos que ya lo había hecho trizas. Dio un respingo al ver abrirse la puerta. Se levantó como accionada por un resorte y se quedó totalmente rígida, de pie, como si un coronel del ejército fuera a pasar revista. Alberto salía de la habitación del hospital. Cuando cierra la puerta tras de sí, se apoya en ella con la espalda al tiempo que cierra los ojos y deja escapar un relajante suspiro. Gloria se sienta, más tranquila, agacha el rostro, y sigue jugueteando con aquellos pedazos de papel.

- Z, y, x, w, v, u…

- ¿Qué haces?,- pregunta Alberto, mirándola divertido.

- Digo el abecedario al revés. Me ayuda a tranquilizarme.

- En la boda no recuerdo que lo hicieras…

- Sólo lo hago cuando estoy muy, pero que muy nerviosa. Vamos, es como un antídoto ante el infarto. Eso no quiere decir que no estuviera nerviosa en la boda, que lo estaba, pero ese nerviosismo era bueno.- Silencio. Gloria le mira a los ojos -. ¿Qué tal está hoy?

- Despierto.

Gloria se quedó de piedra. Una sonrisa comenzó a desdibujar su pálido rostro. Una lágrima bañó su mejilla.

- ¿En serio?,- la sonrisa de Alberto le contestó. Gloria se lanza a Alberto, atrapándolo en un gran abrazo donde se desahogó por completo -. ¿Habéis podido hablarlo?,- le pregunta tras calmarse y mirarle a los ojos.

- No lo sé… Fátima entró de repente.

- ¿Crees que se lo dirá a ella?

- Debe hacerlo. Por eso ha acabado así.

- ¿Cómo crees que se lo tomará?

- Espero que mejor que tú,- Gloria sonríe nerviosa -. Bueno, a lo mejor se lo toma peor, pero al menos ahí dentro no hay ceniceros que arrojar,- Gloria ríe levemente.

- Alberto, es que esas cosas no se cuentan al día siguiente de la boda…

- Ya, ya, ya…,- ríen los dos -. ¿Me perdonas?

- Es que se te puede perdonar todo,- se besan en los labios.

- ¿Cómo crees que acabará todo esto?

- Fátima está muy enamorada de Ángel. Y a Ángel… Bueno, tú ya le conoces…

- Sí… También quiere mucho a Fátima y no creo que soporte hacerla sufrir más. Su destino es estar juntos, aunque no se quieran ya como antes.

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