miércoles, 23 de marzo de 2011

CAPITULO 3

Alberto estaba solo en el despacho. Se había sentado en la silla de Dani Mateo, viendo su ordenador y con la mente en blanco. Sí. Totalmente en blanco. Aún estaba intentando digerir que esté en Globomedia. Quería moverse, hacer reaccionar a sus neuronas, pero estaba inmóvil, como una estatua. Intentaba leer la noticia, pero no lograba pasar del titular. ¿Un sketch? ¿Hacer un sketch para Ángel Martín y Dani Mateo? Alberto empezó a tener los mismo sentimientos que cuando, semanas atrás, hizo su último examen final. Los nervios, los sudores, la mente en blanco... Pero finalmente logró aprobar. No con la nota que él esperaba, pero sí con bastante nota. Y le estaba pasando lo mismo. Veía la pregunta del examen y se quedaba en blanco, aunque esta vez no era una pregunta, sino comentar una noticia, pero se sentía igual: se sentía en un examen.

- Alberto,- se decia a sí mismo -. Reacciona, tío. Tienes que hacer un sketch para estos dos. ¡Pero es que estoy en blanco! Si me dieran un par de días, tal vez pudiera sacar algo, pero en una mañana... ¡Peor! ¡En unos minutos! Bueno, Albertote, no te estreses. Léete la noticia y haz lo que puedas.

Alberto se sacude y se pone a leer la noticia mientras juguetea con un bolígrafo entre sus dedos.

- ¡En fin! Pongámonos manos al trabajo, a ver qué podemos sacar de aquí...,- y se concentra en la pantalla del ordenador.

- ¿Qué opinas?

Ángel y Dani estaban tomándose un café en la cafetería del edificio. Ángel responde con una de sus características muecas de indiferencia.

- Si quieres mi opinión,- prosigue Dani -, yo no le veo. No. Le he visto muy tímido, muy cohibido.

- Hombre, Dani,- le interrumpe su amigo -. Ten en cuenta que el pobre chaval estaba delante de nosotros dos, que salimos todos los días por la televisión, y tenemos legiones de fans.

- Ya, pero podía haberse dejado la timidez en casa, o, por lo menos, no haberla traido toda a la entrevista.

- ¿Tú cómo estarías si pudieras hablar cara a cara con Will Ferrell?

Dani va a contestarle, pero se queda con la boca abierta, hasta que reacciona.

- Touché

- He estado revisando su currículum y, la verdad, teóricamente tiene mucho talento, pero sólo en la teoría. Por eso le hemos dejado solo en la oficina, para ver si tiene el suficiente talento como para crear un sketch digno del programa. Si se hubiera traido una copia de ese corto, lo habríamos comprobado al momento...

- Bueno, Ángel. No pasa nada, le pedimos que lo traiga mañana y ya ahí vemos si vale o no.

- Yo creo que sí vale, el muchacho. Me recuerda tanto a mí a su edad...,- Ángel se pierde en sus recuerdos. Dani chasquea los dedos delante de él.

- Ángel, vuelve. Que no es hora de dormirse.

- Perdona, Dani, pero es que se parece mucho a mí. Yo, a su edad, también era tímido. ¿Te acuerdas de nuestros casting, en la Paramount?

- ¡Pues claro!,- ríe Dani -. ¿Cómo olvidar el momento en que subiste al escenario, cogiste tu abrigo y te lo pusiste por encima? Cada vez que me acuerdo me viene a la mente la cara que puso Castella,- y vuelve a reír.

- Cabró...,- murmura Ángel, con una medio sonrisa en su rostro, disimulada con un sorbo del café.

- Bueno,- suspira Dani, mirando su reloj -. Creo que ya es hora de subir, ¿no? A ver qué ha hecho este chico.

Ángel mira su reloj.

- Yo creo que le hemos dejado poco tiempo, ¿no? ¿Y si le dejamos unos minutos más?

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